Ares, el dios de la guerra, desciende sobre el reino mortal de Marvel Snap, sacudiendo el meta y desafiando a los jugadores a aprovechar su poder único. Su aparición en los cómics, sin embargo, es curiosa. Después de la controvertida ascensión de Norman Osborn como líder de los Vengadores después de la invasión secreta, Ares, junto con el centinela mentalmente inestable, sorprendentemente se une a las filas de Osborn. Esta alianza aparentemente contradictoria proviene de la inquebrantable lealtad de Ares a la guerra misma, en lugar de cualquier facción específica, una característica perfectamente reflejada en su tarjeta Marvel Snap. Él prospera en el caos y se deleita en compañía de seres poderosos, lo que lo convierte en una adición fascinante, aunque impredecible, a cualquier mazo.
Imagen: Ensigame.com
Despliegue estratégico de Ares:
A diferencia de las tarjetas con sinergias fácilmente aparentes, Ares exige un enfoque más estratégico. Su alto costo y potencia de salida requieren la construcción de mazos alrededor de cartas grandes. Tarjetas como Grandmaster y Odin, con sus habilidades en revelación, ofrecen combinaciones de astucia. Mientras que una tarjeta de 12 energía y 4 energía es decente, una tarjeta de 21 potencias y 6 energía es mucho más impactante. Repetir su habilidad es clave para maximizar su potencial más allá de las cubiertas centradas en Surtur.
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Las estrategias defensivas también son cruciales. A pesar del desdén de Ares por los oponentes más débiles, protegerlo con cartas como Cosmo o Armadura se hace necesario para garantizar su supervivencia.
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Ares: no es una victoria garantizada:
La alta potencia de Ares no se traduce automáticamente en la victoria. El meta actual, dominado por mazos de control y estrategias que se centran en la interrupción, presenta desafíos significativos. Su efectividad depende de un mazo meticulosamente elaborado, enfocándose en cartas de alta potencia e incorporando estrategias de interrupción para contrarrestar a los oponentes. Simplemente confiar en la potencia bruta es insuficiente. Superar las mazos de Surtur existentes, que actualmente cuentan con una tasa de victorias de alrededor del 51.5% en altos niveles de juego, es un obstáculo significativo.
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La comparación con tarjetas como la muerte, que ofrece un poder similar a un costo más bajo, destaca las limitaciones de Ares. Su valor se encuentra no solo en su poder, sino en la profundidad estratégica que aporta al juego.
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Conclusión: ¿Una inversión arriesgada?
La naturaleza de alta recompensa de alto riesgo de Ares lo convierte en una tarjeta divisiva. Su susceptibilidad a los mostradores y la exigente construcción de cubierta requerida para un éxito constante lo convierten en una adición potencialmente decepcionante a las colecciones de muchos jugadores. Si bien su poder es innegable, las complejidades estratégicas involucradas pueden superar los beneficios para muchos jugadores. En última instancia, su inclusión en un mazo es una apuesta, dependiendo en gran medida de la capacidad del jugador para anticipar y contrarrestar las estrategias de su oponente.
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